sábado, 18 de octubre de 2014

La Primera Guerra Mundial en los diferentes sistema educativos de los antiguas repúblicas de Yugoslavia


El 28 de junio de 2014 se cumplían exactamente 100 años desde el asesinato del Archiduque Francisco Fernando. Heredero al trono de un Imperio caduco y cada vez más frágil (Imperio austro-húngaro), Francisco Fernando era un moderado y reformador que quería acometer algunos cambios dentro del seno del Imperio para poder dar más autonomía a otros conjuntos nacionales (básicamente eslavos occidentales como los chechos y eslavos orientales como croatas, eslovenos y serbios) que estaban en una situación de inferioridad en relación con austriacos y húngaros. El 28 de junio de 1914, el Archiduque decidió hacer una visita oficial a Sarajevo, actual capital de Bosnia y Herzegovina, territorio que en aquel momento estaba administrado y ocupado por la corona de los Habsburgo. El problema era que en aquel territorio de los Balcanes, la mayor parte de la población era serbia, por lo que la dominación austriaca no era vista con buenos ojos, al tiempo que diferentes organizaciones nacionalistas pan-eslavas y pan-serbias estaban trabajando para conseguir la independencia y unir a todos los eslavos del sur bajo un mismo Estado-nación. Era en este inestable contexto donde la Joven Bosnia, organización nacionalista pan-yugoslava actuó aquel 28 de junio de 1914. Ayudados y controlados por la Mano Negra, una organización secreta serbia que tenía el objetivo de unir a todos los serbios bajo un mismo Estado y luego a todos los eslavos del sur (en este orden), los integrantes de la Joven Bosnia planearon el asesinato de Francisco Fernando y su mujer. El encargado de apretar el gatillo fue Gavrilo Princip, que sería arrestado poco después junto a otros integrantes del grupo. Los acontecimientos se precipitaron y todo el sistema de alianzas forjado desde la Paz Armada (1871-1914) se puso en marcha de tal forma que un mes después Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia y en cuestión de pocos días la mayor parte de Europa estaba inmersa en la Gran Guerra.




¿Por qué he decidido recordar el detonador, que no causa, de la I Guerra Mundial? Porque, al igual que sucede en otros países, la memoria histórica varía de un Estado a otro y aún más entre Estados que hace 25 años estaban inmersos en las Guerras de Secesión de la antigua Yugoslavia, cuyas cicatrices y consecuencias aún son visibles en la actualidad. Y uno de los principales campos donde estas marcas de discrepancia son visibles es en el terreno de la educación, más concretamente en la docencia de la disciplina de la Historia. Por consiguiente, el objetivo de esta entrada es analizar, someramente, el tratamiento que los diferentes sistemas escolares de Croacia, Serbia, Bosnia, Kosovo y Macedonía dan al inicio, desarrollo y consecuencias sobre la I Guerra Mundial.

Lo primero que debe ser apuntado es que durante la República Federal Socialista de Yugoslavia la enseñanza de la Primera Guerra Mundial era la misma, desde Eslovenia hasta Macedonia. En este sentido, el discurso se basaba en que Gavrilo Princip y sus correligionarios eran nacionalistas yugoslavos que luchaban contra el poder imperial austro-húngaro y que con su atentado buscaban despertar la conciencia nacional en todos los eslavos del sur y así poder avanzar hacia la constitución de Yugoslavia. Con las guerras que siguieron al fin de Yugoslavia, los países sucesores desarrollaron diferentes visiones y discursos sobre la I Guerra Mundial que en muchas ocasiones reflejan las divisiones que sufre la región desde comienzos de los 90.

El paradigma de las divisiones es Bosnia Herzegovina. Un Estado ya de por sí dividido entre la comunidad serbia (que tiene su propia entidad. La República de Srpska), la comunidad Musulmán de nacionalidad y la comunidad croata (que comparten su identidad territorial. La Federación Bosnia). En este sentido, la figura de Princip, así como los orígenes de la I Guerra Mundial varían de un sistema educativo a otro dentro de BiH. Por ejemplo, los alumnos serbios de BiH estudian que Gavrilo Princip era un liberador nacional y que el asesinato del Archiduque sólo fue una excusa por parte de Austria-Hungría y Alemania para declarar la guerra a Serbia. Por el contrario, para los alumnos Musulmanes de nacionalidad y croatas, Princip era un terrorista y Serbia es la principal culpable del inicio de la Gran Guerra. En esta guerra de visiones han sido varios profesores como Zeljko Vujadinovic (docente de Banja Luka, capital de la República de Srpska) o Zijad Sehic (profesor de Historia en Sarajevo, capital de la Federación y de BiH) quienes han hecho referencia a que estas diferentes interpretaciones no son más que una trasposición del pasado sobre la actual división política de BiH . Así, el currículo escolar serbio-bosnio en Historia defiende una visión en la que los serbios se sacrificaron por el resto de los eslavos del sur, aunque estos se muestran desagradecidos por el sacrificio serbio en pro de la unificación eslava. Mientras que el currículo croata-musulmán defiende que la acción de Princip no es más que un antecedente del expansionismo serbio ocurrido en la década de 1990.
Cambiando de Estado, en Serbia prima la antigua narrativa de Yugoslavia. Así, Princip es considerado un héroe, cuyo acto es descrito como una acción por la liberación nacional contra el personaje que más encarnaba la dominación, este es, el Archiduque. En los libros escolares de Serbia, las causas de la guerra se debieron a la ambición económica y política imperialista de los grandes poderes, al mismo tiempo que se dedica un capítulo para las victorias serbias y montenegrinas en la Gran Guerra, además de existir otro capítulo sobre los crímenes de guerra de Austria en territorio serbio. Para Dubravka Stojanovic, docente en la Universidad de Belgrado, esta interpretación de la Gran Guerra está viciada por una interpretación de Serbia como una nación que se sacrifica a sí misma por el bien de las demás, al tiempo que se ha pervertido la figura de Princip convirtiéndolo en un nacionalista serbio, cuando él mismo se declaraba nacionalista yugoslavo.



Distinto es el discurso pedagógico y docente en Croacia en torno a esta cuestión. Para los editores de libros escolares croatas, Serbia es uno de los principales Estados a quién culpar del estallido de la Gran Guerra debido a su afán expansionista, especialmente sobre BiH. Así, los libros de texto croatas explican el interés de Serbia por lograr expandirse sobre zonas del Imperio Otomano y del Imperio austro-húngaro. El objetivo era constituir la Gran Serbia a través de la creación y el apoyo a organizaciones terroristas como la Joven Bosnia. Para el historiador Martin Previsic la idea de una Gran Serbia es un tema recurrente en los libros de texto croatas que abarca desde comienzos del siglo XIX, pasando por las dos Guerras Mundiales y por la Yugoslavia socialista y alcanzando su máximo esplendor con la Guera de Croacia (1991-1995).
Por su parte, en el que es hasta el momento el Estado más joven de Europa (Kosovo), la Historia sobre la Primera Guerra Mundial se asemeja bastante a la enseñada durante la antigua Yugoslavia. No obstante, según la opinión de Shkelzen Gashi, experto en Ciencias Políticas especializado en Historia, Serbia no es acusada directamernte por el comienzo de la Guerra. Sin embargo, sí lo es indirectamente ya que se argumenta que la IGM comenzó debido al asesinato de Francisco Fernando por un miembro de una organización nacionalista serbia (incluso cuando la Joven Bosnia era una organización pro-yugoslava). Por otro lado, en el caso macedonio, los libros de texto describen la I Guerra Mundial como una Guerra imperialista. En este sentido, los educadores macedonios argumentan que Austria, Italia y Alemania son los instigadores del conflicto y que usaron el asesinato del Archidique como un pretexto. Además, entre estos instigadores también se encontraría Bulgaria, acusada de una política expansionista y de unirse al bando de los Imperios Centrales con el objetivo de conquistar toda Macedonia. Una interpretación que refleja las tirantes relaciones existentes entre ambos países.

Después de este breve repaso a la enseñanza de la I Guerra Mundial en los diferentes sistemas educativos de los países sucesores de la antigua Yugoslavia (a excepción de Eslovenia), la pregunta que debe ser formulada es: ¿existe alguna posibilidad de encontrar (de nuevo) un discurso que no refleje las discrepancias diplomáticas entre los diferentes Estados sucesores de Yugoslavia? Lo cierto es que existen pocas posibilidades de que eso ocurra. Las rivalidades políticas, sociales, económicas, culturales y nacionales siguen siendo terriblemente profundas como para poder alcanzar un acuerdo sobre el discurso de las causas, el desarrollo y las consecuencias de la I Guerra Mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario