miércoles, 5 de noviembre de 2014

Los derechos de la comunidad GLBT a través de la película Parada

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ver la última película del director serbio Srđan Dragojević. Lógicamente, como algunas otras entradas de este blog, el objetivo de analizar productos cinematrográficos se debe a una cuestión pedagógica y no ociosa. La película Parada puede servir a varios objetivos pedagógicos, pero en este post se analizarán y explorarán esas opciones al terreno de educación para la ciudadanía, atención a la diversidas y respeto y tolerancia hacia la comunidad GLTB.
Desde hace algunas décadas, se han producido avances revolucionarios en lo que respecta a los derechos de la comunidad GLBT en algunas zonas del mundo, especialmente la zona de Europa Occidental. No obstante, y desgraciadamente, esos avances se han producido de una forma más lenta y tímida de lo que al escritor de estas líneas hubiese deseado. La Iglesia, organizaciones conservadoras y partidos políticos conservadores son los principales culpables de este lento avance. Además, no se debe olvidar que occidente no es el centro del mundo. Es cierto que así se considera, pero como futuro docente, mi obligación es enseñar que más allá de la fronteras occidentales, el mundo sigue girando. En este sentido, este año Uganda aprobo una ley contra la homosexualidad en donde puedes ser condenado a cadena perpetua si tocas a alguien de tu mismo sexo con objetivos sexuales y/o cariñosos. Por lo tanto, la historia de los derechos de la comunidad GLBT es una historia de avances y también de retrocesos.

La película que aquí se reseña localiza su acción en el espacio post-yugoslavo, esto es, las repúblicas sucesoras de la antigua Yugoslavia. Aunque si bien es cierto que la principal localización del filme es Belgrado, la capital de Serbia. El argumento de la película es sencillo. Una organización de defensa de los derechos GLBT tiene el objetivo de hacer una manifestación en pro de los derechos de esta comunidad, la cual se ve obligada a soportar la discriminación en el día a día de sus vidas por el mero hecho de su elección sexual. Sin embargo, su objetivo se ve truncado cuando la Policía Serbia deniega la protección necesaria para poder ejecutar la manifestación. Así, sin otra opción de defensa contra los ultras homofobos y conservadores, los organizadores de la marcha deben recurrir a los servicios de antiguos soldados de las Guerras de Secesión de Yugoslavia, que se han reciclado como buenamente han podido. 

Ligado con lo anterior tenemos al protagonista de la película, Lemun. Este fue guerrillero serbio durante las Guerras de Secesión de Yugoslavia y ahora se ha reciclado como profesor de Judo y como propietario de una empresa de seguridad. Su novia, Biserka quiere una boda por todo lo alto, algo que desagrada a Lemun ya que no tiene tanto capital para gastar como solía tener en el pasado. Por otro lado, tenemos a Mirko y a Radmilo. El primero es un activo defensor de los derechos de la comunidad GLTB de Serbia, al tiempo que encabeza la organización que está preparando la manifestación del orgullo gay en Belgrado. Por otro lado, Radmilo es un veterinario que prefiere no mostrar abiertamente su condición de homosexual en público, principalmente por lo que pudiera suceder. Entonces, ¿cuál es la relación entre estos cuatro personajes? Bien, Mirko es el organizador de la boda de Biserka, mientras que Radmilo salva en los primeros compases de la película al perro de Lemun. Será en torno a estos dos personajes a través de los cuales giraran los principales momentos de la película. Así, ante la imposibilidad de Mirko de celebrar la marcha con unas mínimas condiciones de seguridad mínimas, Radmilo decide solicitar los servicios de Lemun, el cual es tan homófobo como los otros hooligans que buscan evitar la celebración de la marcha. Sin embargo, si Lemun accede a proteger la marcha, Mirko organizará gratuitamente la boda de los sueños de Biserka. Tal y como dice Radmilo a Lemun en el filme: el sueño de tu pareja, por el de mi compañero. Creo que es un trato justo.
 
No obstante, organizar un dispositivo para proteger a los manifestantes no será fácil. Los empleados de Lemun se niegan por considerar que los homosexuales sin subhumanos y que no merecen protección alguna. Ante esta difícil tesitura, Lemun decide recurrir a un par de personas fuera de Serbia que le deben algunos favores. Así, se va a Croacia, Bosnia i Herzegovina y Kosovo, donde contacta con viejos rivales de armas, pero que al mismo tiempo son amigos y camaradas. Estos acceden a ayudar a Lemun en su dispositivo protector de la marcha. En los momentos finales de la película, se puede observar como los hooligans de extrema derecha increpan a los manifestantes, los cuales no retroceden y con la ayuda de Lemun y sus compañeros entablan la lucha hasta que la Policía llega para disolver la batalla. Desgraciadamente, la batalla acaba con Mirko fallecido debido a que uno de los hooligans lo ha tirado por el hueco de las escaleras de un paso subterráneo. La película finaliza con una recreación de la marcha en pro de los derechos de la comunidad GLBT celebrada en Belgrado en 2010, un año después de los eventos que se tratan en la película.

Parada es un filme del que se pueden extraer muchas enseñanzas y reflexiones, especialmente sobre la evolución de los países sucesores de la antigua Yugoslavia. No obstante, el principal objeto de este texto es señalar qué pueden aprender los alumnos de esta pelícua en materia de valores cívicos. Así, el filme muestra a la perfección el proceso de marginación a la que son sometidos los homosexuales (en su sentido más amplio, incluyendo también a mujeres), bisexuales y transexuales en Serbia por parte de una minoría de extrema derecha, incluída la Iglesia como institución. También se puede apreciar como esa marginación no sólo viene por parte de los elementos más reaccionarios e intransigentes de la sociedad serbia, sino también por parte de la mayoría de la población que con su actitud de silencio (la mayoría silenciosa) legitima y refuerza la marginación y discriminación de la comunidad GLBT en Serbia.

Por otro lado, el filme también muestra a la perfección como existe una barrera entre los cógidos jurídicos y legales de un país, por un lado, y la actitud de la sociedad por otro. Legalmente, la homosexualidad no está prohibida en Serbia. Legalmente alguien una pareja homosexual o lesbiana no tendría ningún problema (legal) por mostrar sus sentimientos en público, como cualquier otra pareja heterosexual. Sin embargo, la actitud de la sociedad ante esos comportamientos suele ir desde el asombro, pasando por la repulsa, finalizando hasta en la agresión psíquica y física. Y esto no sólo pasa en Serbia o en otros países de la antigua Yugoslavia, sino que pasa también en países con códigos legislativos y jurídicos avanzados en este sentido, como es el caso de España sin ir más lejos. 

Para finalizar este texto propondré que cada lector reflexione sobre dos escenas de la película que me parecen muy representativas. La primera, es aquella en la que instantes antes de la batalla entre los hooligans de extrema derecha y los manifestantes, Mirko convence a los manifestantes a no abandonar su lucha con un discurso que es tremendamente emotivo y clarificador de la situación que la comunidad GLBT vive en Serbia en particular y en el mundo en general. El discurso dice así (traducción libre): No se trata de que los homosexuales seamos menos serbios, se trata de la existencia de dos Serbias. La intransigente representada por los hooligans y la tolerante representada por nosotros. Nos han obligado a tener 5 personalidades diferentes. Con nuestra pareja, con nuestra familia, con nuestros amigos, en el trabajo y en la sociedad en general.

La otra escena es la que marca el final de la película. Cuando tras un año desde la muerte de Mirko, se celebra la marcha en defensa de los derechos de la comunidad GLBT en Belgrado y en donde Lemun y Radmilo se vuelven a encontrar. Entre un fuerte dispositivo policial y con los insultos y vejaciones de aquellos que están en contra de la marcha, ambos personajes hablan sobre lo que supone esta marcha para la comunidad GLBT en Serbia. Amargamente, Radmilo comenta que sólo unas centenas de personas se han unido a la marcha y que al día siguiente, los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales seguirán siendo insultados y golpeados en las calles de Serbia sin que la Policia y la sociedad muestren su repulsa y actúen en contra de esas injusticias.



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