El fin de semana pasado tuve la
oportunidad de ver la última película del director serbio Srđan
Dragojević. Lógicamente, como algunas otras entradas de este blog,
el objetivo de analizar productos cinematrográficos se debe a una
cuestión pedagógica y no ociosa. La película Parada puede servir a
varios objetivos pedagógicos, pero en este post se analizarán y
explorarán esas opciones al terreno de educación para la
ciudadanía, atención a la diversidas y respeto y tolerancia hacia
la comunidad GLTB.
Desde hace algunas décadas, se han producido avances revolucionarios
en lo que respecta a los derechos de la comunidad GLBT en algunas
zonas del mundo, especialmente la zona de Europa Occidental. No
obstante, y desgraciadamente, esos avances se han producido de una
forma más lenta y tímida de lo que al escritor de estas líneas
hubiese deseado. La Iglesia, organizaciones conservadoras y partidos
políticos conservadores son los principales culpables de este lento
avance. Además, no se debe olvidar que occidente no es el centro del
mundo. Es cierto que así se considera, pero como futuro docente, mi
obligación es enseñar que más allá de la fronteras occidentales,
el mundo sigue girando. En este sentido, este año Uganda aprobo una
ley contra la homosexualidad en donde puedes ser condenado a cadena
perpetua si tocas a alguien de tu mismo sexo con objetivos sexuales
y/o cariñosos. Por lo tanto, la historia de los derechos de la
comunidad GLBT es una historia de avances y también de retrocesos.
La película que aquí se reseña localiza su acción en el espacio
post-yugoslavo, esto es, las repúblicas sucesoras de la antigua
Yugoslavia. Aunque si bien es cierto que la principal localización
del filme es Belgrado, la capital de Serbia. El argumento de la
película es sencillo. Una organización de defensa de los derechos
GLBT tiene el objetivo de hacer una manifestación en pro de los
derechos de esta comunidad, la cual se ve obligada a soportar la
discriminación en el día a día de sus vidas por el mero hecho de
su elección sexual. Sin embargo, su objetivo se ve truncado cuando
la Policía Serbia deniega la protección necesaria para poder
ejecutar la manifestación. Así, sin otra opción de defensa contra
los ultras homofobos y conservadores, los organizadores de la marcha
deben recurrir a los servicios de antiguos soldados de las Guerras de
Secesión de Yugoslavia, que se han reciclado como buenamente han
podido.
Ligado con lo anterior tenemos al protagonista de la película,
Lemun. Este fue guerrillero serbio durante las Guerras de Secesión
de Yugoslavia y ahora se ha reciclado como profesor de Judo y como
propietario de una empresa de seguridad. Su novia, Biserka quiere una
boda por todo lo alto, algo que desagrada a Lemun ya que no tiene
tanto capital para gastar como solía tener en el pasado. Por otro
lado, tenemos a Mirko y a Radmilo. El primero es un activo defensor
de los derechos de la comunidad GLTB de Serbia, al tiempo que
encabeza la organización que está preparando la manifestación del
orgullo gay en Belgrado. Por otro lado, Radmilo es un veterinario que
prefiere no mostrar abiertamente su condición de homosexual en
público, principalmente por lo que pudiera suceder. Entonces, ¿cuál
es la relación entre estos cuatro personajes? Bien, Mirko es el
organizador de la boda de Biserka, mientras que Radmilo salva en los
primeros compases de la película al perro de Lemun. Será en torno a
estos dos personajes a través de los cuales giraran los principales
momentos de la película. Así, ante la imposibilidad de Mirko de
celebrar la marcha con unas mínimas condiciones de seguridad
mínimas, Radmilo decide solicitar los servicios de Lemun, el cual es
tan homófobo como los otros hooligans que buscan evitar la
celebración de la marcha. Sin embargo, si Lemun accede a proteger la
marcha, Mirko organizará gratuitamente la boda de los sueños de
Biserka. Tal y como dice Radmilo a Lemun en el filme: el sueño de
tu pareja, por el de mi compañero. Creo que es un trato justo.
No obstante,
organizar un dispositivo para proteger a los manifestantes no será
fácil. Los empleados de Lemun se niegan por considerar que los
homosexuales sin subhumanos y que no merecen protección alguna. Ante
esta difícil tesitura, Lemun decide recurrir a un par de personas
fuera de Serbia que le deben algunos favores. Así, se va a Croacia,
Bosnia i Herzegovina y Kosovo, donde contacta con viejos rivales de
armas, pero que al mismo tiempo son amigos y camaradas. Estos acceden
a ayudar a Lemun en su dispositivo protector de la marcha. En los
momentos finales de la película, se puede observar como los
hooligans de extrema derecha increpan a los manifestantes, los cuales
no retroceden y con la ayuda de Lemun y sus compañeros entablan la
lucha hasta que la Policía llega para disolver la batalla.
Desgraciadamente, la batalla acaba con Mirko fallecido debido a que
uno de los hooligans lo ha tirado por el hueco de las escaleras de un
paso subterráneo. La película finaliza con una recreación de la
marcha en pro de los derechos de la comunidad GLBT celebrada en
Belgrado en 2010, un año después de los eventos que se tratan en la
película.
Parada es un filme
del que se pueden extraer muchas enseñanzas y reflexiones,
especialmente sobre la evolución de los países sucesores de la
antigua Yugoslavia. No obstante, el principal objeto de este texto es
señalar qué pueden aprender los alumnos de esta pelícua en materia
de valores cívicos. Así, el filme muestra a la perfección el
proceso de marginación a la que son sometidos los homosexuales (en
su sentido más amplio, incluyendo también a mujeres), bisexuales y
transexuales en Serbia por parte de una minoría de extrema derecha,
incluída la Iglesia como institución. También se puede apreciar
como esa marginación no sólo viene por parte de los elementos más
reaccionarios e intransigentes de la sociedad serbia, sino también
por parte de la mayoría de la población que con su actitud de
silencio (la mayoría silenciosa) legitima y refuerza la marginación
y discriminación de la comunidad GLBT en Serbia.
Por otro lado, el filme también muestra a la perfección como existe
una barrera entre los cógidos jurídicos y legales de un país, por
un lado, y la actitud de la sociedad por otro. Legalmente, la
homosexualidad no está prohibida en Serbia. Legalmente alguien una
pareja homosexual o lesbiana no tendría ningún problema (legal) por
mostrar sus sentimientos en público, como cualquier otra pareja
heterosexual. Sin embargo, la actitud de la sociedad ante esos
comportamientos suele ir desde el asombro, pasando por la repulsa,
finalizando hasta en la agresión psíquica y física. Y esto no sólo
pasa en Serbia o en otros países de la antigua Yugoslavia, sino que
pasa también en países con códigos legislativos y jurídicos
avanzados en este sentido, como es el caso de España sin ir más
lejos.
Para finalizar este
texto propondré que cada lector reflexione sobre dos escenas de la
película que me parecen muy representativas. La primera, es aquella
en la que instantes antes de la batalla entre los hooligans de
extrema derecha y los manifestantes, Mirko convence a los
manifestantes a no abandonar su lucha con un discurso que es
tremendamente emotivo y clarificador de la situación que la
comunidad GLBT vive en Serbia en particular y en el mundo en general.
El discurso dice así (traducción libre): No
se trata de que los homosexuales seamos menos serbios, se trata de la
existencia de dos Serbias. La intransigente representada por los
hooligans y la tolerante representada por nosotros. Nos han obligado
a tener 5 personalidades diferentes. Con nuestra pareja, con nuestra
familia, con nuestros amigos, en el trabajo y en la sociedad en
general.
La otra escena es la que marca el final de la película. Cuando tras
un año desde la muerte de Mirko, se celebra la marcha en defensa de
los derechos de la comunidad GLBT en Belgrado y en donde Lemun y
Radmilo se vuelven a encontrar. Entre un fuerte dispositivo policial
y con los insultos y vejaciones de aquellos que están en contra de
la marcha, ambos personajes hablan sobre lo que supone esta marcha
para la comunidad GLBT en Serbia. Amargamente, Radmilo comenta que
sólo unas centenas de personas se han unido a la marcha y que al día
siguiente, los gays, las lesbianas, los bisexuales y los transexuales
seguirán siendo insultados y golpeados en las calles de Serbia sin
que la Policia y la sociedad muestren su repulsa y actúen en contra
de esas injusticias.
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